Hace unos meses me encontré con este libro, La Saga Crepúsculo y su Historia, un libro que se detiene en la trama de la historia universal “humana” que moldeó las identidades de vampiros, licántropos y otros habitantes del mundo creado por Stephenie Meyer.
La Saga Crepúsculo y su historia. Nancy Reagin. ISBN: 978-607-453-067-4 284 páginas
A lo largo de los cuatro libros, que conforma la historia, podemos hacer un recorrido por diferentes hechos históricos que sucedieron “de verdad” en la historia que todos conocemos. Momentos en concreto que se dieron en la historia de la humanidad y que la autora ha escogido para situar el origen de sus personajes.
De hecho, estos momentos tan específicos, influyen en la personalidad de cada uno de los vampiros. Cada uno pertecene a una época y esa parte humana que vivieron en su momento, les “afectó”, por decirlo de alguna manera, a su personalidad una vez trasformados en vampiros.
Qué sufrió Jasper Whitlock (Jasper Hale) en la Guerra de Secesión (esta actitud de aparentar frío y calculador ysu mentalidad militar, le viene por haber vivido esta época y además haber sido uno de los mejores militares de su época); cuáles eran las reglas del romance en el mundo de Edward Masen (Edward Cullen) o si los Vulturis (algo así como la monarquía vampírica) continuaron manejándose como los típicos gobernantes del Renacimiento italiano… son algunos interrogantes que Nancy Reagin responde en este nuevo libro.
Por qué Esme Platt Evenson (Esme Cullen) es la vampira del clan de ojos amarillos (de Forks) que más años vivió como humana o el momento en que a Mary Alice Brandon (Alice Cullen) se consideraró afortunada su dolorosa transformación a inmortal (es la que más admira su condición de vampira, ya que de su vida pasada no recuerda nada pero si sabemos que estuvo encerrada en un centro psiquiátrico porque decían que estaba “loca” por tener visiones. Siempre ha dicho que a partir de ese cambio en su ser, empezó a vivir realmente). Son algunas de las incógnitas que Reagin convierte en evidencia en estas páginas, a través de la lente de la historia.
“Dentro de cien años, cuando hayas alcanzado la suficiente perspectiva para apreciar realmente la respuesta, te lo explicaré”, le promete el vampiro Edward Cullen a su novia humana, Isabella Marie Swan, en un pasaje de la saga, y esa es la posta que aquí retoma la historiadora norteamericana.
En este volumen pasa a un primer plano la trama que subyace a cada personaje de la saga, nacidos bajo la idiosincrasia de diferentes épocas que moldean el núcleo menos mutable de su identidad.
Así cobran un sentido más acabado las asonancias y armonías que Meyer desarrolla en sus cuatro novelas, como las dudas de Edward -miembro de la Generación Perdida, la de la Primera Guerra Mundial (además, estuvo a punto de morir de la enfermedad que rondaba aquella época, la llamada “Gripe española”- contra la fuerte convicción de Carlisle sobre la perdurabilidad del alma y su temple para liderar -hijo de un clérigo, crece en plena lucha política entre monárquicos y parlamentarios en Inglaterra (cuando estuvo un tiempo con los Vulturis, lo nombraron Conde. Psicológicamente, es muy nobre y “humano”, es decir, trata de que sus sus actos no sean los propios de un vampiro y beneficiosos ante las comunidades humanas).
Estas no son las únicas piezas del `puzzle` que la historiadora reúne para conformar un cuadro más amplio, también reconstruye el mapa que delinea el cruce de historia y literatura.
Reagin se detiene en esas fronteras: el tsunami y la posterior inundación que en 1700 dejó huella en los mitos mágicos de la nación indígena Quileute, es recreado por Meyer con hombres y mujeres lobo como Jacob Black y los hermanos Seth y Leah Clearwater que dejan de estar atados a los ciclos de la luna para transformarse a voluntad, a medida que crece su autocontrol.
O vampiros como Emmett y Rosalie Cullen -creados tres décadas después de que Bram Stoker publique Drácula- ya no arden al sol, ni duermen, mucho menos en ataúdes, y de pronto las estacas de madera tienen el mismo poder destructor que una espina, porque su piel resistente, como el diamante, las deja fuera de juego.
La historiadora desarma un estereotipo tras otro, el caballero victoriano que encarna Edward; el montañés vigoroso y sin medias tintas que representa Emmett; o la niña superficial que fue Rosalie y representa el arrivismo de una clase semi acomodada en plena Gran Depresión.
La historia de los indios quileutes y por qué los licántropos estaban destinados a perder; o el cruce entre los cuentos de hadas y el sueño americano del siglo XXI también ocupan a Reagin y a sus colaboradores, Kate Cochran, Judith Leggatt, Kristin Burnett, Sara Buttsworth, Catherine Coker, entre otros.
A lo que suman un análisis de los Cullen y el concepto de familia ideal estadounidense a través de los siglos (son como la familia perfecta y modélica a seguir por todos); y un capítulo en el que intentan definir el lugar que ocupan dentro del folclore, la ciencia y la ficción europeas.
Otro segmento se ocupa de los dones especiales de estos seres sobrenaturales, la capacidad predictiva de Alice (que ya le venía de su vida humana) la telepatía de Edward, y la habilidad de manejar los ambientes emocionales a antojo de Jasper (que le viene también de su vida humana. De humano, era muy carismático, espontáneo y muy querido por todos, lo que explica su don de poder influenciar el humor de otras personas).
Esto es breve resumen de lo que se puede encontrar entre las páginas de este libro donde la autora hace un análisis a cada momento comparándolo con los personajes y los pasajes de Crepúsculo.
Aquí vemos que el entorno el que que vivieron como humanos les “afectó” en su forma vampírica.
Jasper Witlock (Jasper Hale) ----- Soldado de la Guerra de Secesión (Guerra Civil americana). Militar del ejército confederado y el mejor de su promoción. Nació en 1843 y fue trasformado durante la evacuación de Galveston (Texas) en 1863. Aparenta 20 años.
Edward Anthony Masen (Edward Cullen) ----- Miembro de la generación perdida, de la Primera Guerra Mundial. Caballero victoriano. Estuvo a punto de morir de Gripe Española. Las normas sociales de la época se pueden ver en su personalidad. Nació en 1901 y fue convertido en el verano de 1918. Aparenta 17 años.
Carlisle Cullen ----- Pasó su infancia en Londres durante el siglo XVII y fue hijo de un clérigo. Creció en plena lucha política entre monárquicos y parlamentarios en Inglaterra. Temple para liderar. Nació en Londres en 1640 y lo trasformaron en 1663. Aparenta 23 años.
Esme Anne Platt Evenson (Esme Cullen) ---- la vampira del clan de ojos amarillos (de Forks) que más años vivió como humana (en comparación con los demás). Nació en 1895 y fue convertida en 1921. Aparenta la edad de 26 años.
Mary Alice Brandon (Alice Cullen) ---- no recuerda nada de su vida humana. Estuvo en un centro psiquíatrico porque decían que estaba loca por ver visiones. Es la más feliz con su condición de vampiro, dice que empezó a “vivir” cuando se transformó en inmortal. Nació en 1901 y no se sabe muy bien si fue convertida en el año 1919 o en el 1920. Aparenta una chica de 19-20 años.
Emmett McCarty (Emmett Cullen) ----- montañés, vigoroso y sin medias tintas. Con una fuerza sobrenatural. Nació en 1915 y fue transformado en vampiro en 1935. Aparenta 18 años.
Rosalie Lillian Hale (Rosalie Hale) ----- niña superficial y consentida que representa el arrivismo de una clase semi-acomodada en plena Gran Depresión. Nació en Rochester, Nueva York, en 1915 y fue trasnformada en vampiro en 1933. Aparenta 18 años.
(fuentes: lunanuevameyer.com y foro masalladelamor.foroactivo.com)
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